Comparar tarifas en búsqueda de la mejor opción, ventilar a las horas adecuadas, realizar un buen mantenimiento de los radiadores para que sean eficientes o evitar usarlos cuando no toca son algunos de los consejos con los que ahorrar en calefacción no solo es posible, sino que también es fácil y gratis. Unas recomendaciones más útiles que nunca, dada la escasez que se prevé durante este invierno a causa de la tensión con Rusia, y dada la escalada de precios de la energía, con la electricidad y el gas en máximos históricos.
El Gobierno ha tomado medidas para rebajar la factura, como el cambio del tipo del IVA del gas del 21% al 5%, pero hay mucho que puedes hacer para evitar el impacto en casa. Para que puedas mantener tu hogar caliente y cómodo sin demasiadas preocupaciones, te explicamos todos los consejos que puedes poner en marcha para ahorrar en calefacción.
Consejos prácticos para ahorrar en calefacción
Aunque el consumo de este servicio es algo estacional (solo se da durante los meses más fríos del año), el peso en la factura de la calefacción durante este periodo puede ser muy elevado. De hecho, según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), el consumo de calefacción representa, de media, el 47% del consumo de energía de un hogar. Para hacer que este gasto no suponga un quebradero de cabeza, puedes seguir estos consejos para ahorrar en calefacción que te servirán sin importar el tipo de sistema que tengas (gas, gasoil, calefacción eléctrica o con leña/carbón):
- Mantén una temperatura adecuada: el principal consejo es evitar cifras altas en el termostato, ya que esto puede incrementar el consumo de energía y, por tanto, tu recibo. 21 grados son suficientes para estar cómodo, y no es necesario que parezca verano en el interior de tu casa: es mejor ponerse un jersey que llevarse un susto con la factura.
- Apaga la calefacción por la noche: salvo en casos de frío extremo, no es necesario mantener la calefacción por la noche, por lo que es posible ahorrar en calefacción al apagar los radiadores.
- Programa el encendido: si solo estás en casa unas horas al día, dejar la calefacción encendida, aunque sea a baja temperatura, puede suponer un gasto extra. La mejor opción es programar su encendido, si tu instalación lo permite, una hora antes de que llegues a casa. Así, tu vivienda estará a la temperatura adecuada cuando llegues, sin gastar de más.
- No calientes las habitaciones vacías: para no derrochar en consumo, cierra la llave de los radiadores de gas de las habitaciones que no utilices. Si no lo haces, aumentarás tu gasto de forma innecesaria.
- Ventila la vivienda solo el tiempo justo: si es posible, aprovecha el momento más soleado del día para abrir las ventanas. 15 minutos por habitación son suficientes, evitando pérdidas de calor excesivas.
- Cambia tu caldera por una de bajo consumo: si es el momento de renovar tu caldera, valora la posibilidad de hacerlo por un sistema más eficiente, como las de cogeneración. Aunque suponen una inversión mayor, la reducción del consumo y del importe en tu factura merecerá la pena a la larga. Comprueba si en tu comunidad existe actualmente un plan Renove de calderas y benefíciate de las ayudas disponibles.
- No cubras los radiadores: colocar un mueble demasiado cerca o poner ropa húmeda encima para que se seque más rápido no es recomendable si quieres ahorrar en calefacción. La energía que necesite el radiador para calentar la estancia será mayor, por lo que también subirá el consumo y la factura.
- Extrae el aire de los radiadores: si tienes este tipo de dispositivo de calefacción en casa, purgar o sacar el aire a los radiadores es necesario, al menos, una vez al año, cada vez que comienza el invierno. Esto se debe a que es habitual que se acumulen pequeñas burbujas de aire que impiden el paso del calor y, por tanto, provocan que los radiadores no calienten con toda la potencia necesaria.
- Revisa el aislamiento: entre el 25% y el 30% de las necesidades de calefacción de un hogar se deben a pérdidas de calor que se originan en las ventanas, según los datos del IDAE. Por ello, es necesario comprobar que la vivienda cuenta con sistemas de aislamiento adecuados que no dejen entrar el frío. En caso de un mal aislamiento, en la actualidad hay programas del Gobierno para subvencionar obras de eficiencia energética, tanto para edificios como para viviendas unifamiliares, con el que la reforma saldrá más barata y reducirás el periodo de amortización.
- Una opción barata y sencilla, si no quieres meterte en grandes obras para mejorar la eficiencia, es poner burletes en los marcos de puertas y ventanas: pequeñas tiras adhesivas, que se adquieren en cualquier ferretería por unos cuantos euros, para evitar la entrada de aire.
- Revisa tu caldera: un buen mantenimiento te permitirá ahorrar en calefacción y evitará que se produzcan problemas importantes en el futuro. Algunas compañías incluyen en el contrato el servicio de mantenimiento de forma gratuita. Recuerda realizarla una vez al año para evitar sorpresas e incidentes.
Si tienes cualquier duda puedes contactar con nosotros, estaremos encantados de ayudarte. Podemos mejorar tu instalación, revisrala antes de que empiece el frío o ayudarte con alguna anomalía que haya que reparar. Contacta sin compromiso.
Fuente de la noticia: kelisto