Estos tubos se encargan de contener los conductores eléctricos para proteger los cables. Estos elementos se utilizan para dar protección a los conductores de cualquier daño ya sea de la acción de agentes externos como el desgaste o la corrosión y también cualquier daño mecánico.
Y además, también protegen contra la infiltración de agentes ambientales líquidos o sólidos.
Los tubos termorretráctiles ofrecen un mejor acabado que los empalmes eléctricos con cinta aislante tradicional. Además, son más duraderos y aportan protección contra los líquidos.
Este tipo de tubo al entrar en contacto con una fuente de calor se puede contraer hasta un 70% de su tamaño inicial.
Estos tubos suelen utilizarse en los empalmes eléctricos de baja y media tensión. Su principal función se basa en recubrir y proteger conectores, terminales, fotocélulas, cajas de empalmes, cables eléctricos y derivaciones. Además, son unos excelentes aislantes eléctricos ofreciendo una buena protección contra el polvo y el agua a estos elementos.
Los tubos corrugados son un tubo de PVC que suelen utilizarse para empotrar los cables en las paredes o en los techos, para enterrar o poner en una caja. Hay que tener en cuenta la legislación, la cual establece que se pueden meter hasta cinco conductores eléctricos en un tubo corrugado.
Suelen tener un diámetro entre 12 y 250 mm, el cual variará según sea para canalización aérea o con tubos al aire o para canalizaciones enterradas.
Los tubos electroaislantes o los tubos aislantes de fibra de vidrio están formados por protectores que aíslan completamente el cableado ante cualquier elemento.
Son una solución resistente a los aceites, fluidos y agentes químicos agresivos con una temperatura de trabajo de 60 a 250º.
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Fuente de la noticia: eenergie
